Nerón, el emperador romano famoso por su lujuria, derroches y depravación, que gobernó el imperio romano del 37 d.C. al 68 d.C. poseía una residencia conocida como Palacio Dorado, construido sobre las ruinas que quedaron luego de un incendio que destruyó gran parte de Roma en el año 64 d.C.
Este palacio presentaba algo increible y maravilloso aún para estos días. Se trataba de una sala giratoria de banquetes. El comedor con estructura giratoria y rotación día y noche para imitar el movimiento de la Tierra fue idea de Nerón, y era uno de los principales atractivos de su Palacio Dorado, que el emperador romano disfrutó entre los años 64 y 68 d.C. Así lo establece un descubrimiento arqueológico en la zona del Monte Palatino, en Roma, mientras se realizaban tareas de mantenimiento. "No puede ser comparado con nada de lo que sabemos sobre la antigua arquitectura romana", señaló la arqueóloga Francoise Villedieu, directora del equipo.
Según las primeras estimaciones, el comedor principal del salón tenía un diámetro de unos 16 metros, montado sobre un pilar de 4 metros. La estructura se completaba con cuatro esferas que eran impulsadas por un flujo constante de agua que hacía girar la estructura. Era una excentricidad propia y característica de Nerón, que lo hizo construir para sorprender y llamar la atención de sus invitados. Las excavaciones también localizaron una zona aledaña, que podría tratarse de la cocina.





Fuente: http://www.clarin.com
http://arquehistoria.com/
Comentarios
A mí me gusta ver las ruinas, cerca de mi localidad hay un ranchito que hay fósiles por doquier, antes la gente se los llevaba, pero ahora ya no dejan... hubiera querido tener uno.